El mes nace como una canción en la que la naturaleza modifica el espacio que nos rodea, nos acompaña como un recuerdo cíclico y el inicio de Dichterliebe (Amor de poeta), que con textos de Heine y la musicalidad de Schumann, anuncia un mayo maravilloso.
Siempre se empieza con reivindicaciones y celebraciones con días especiales. Lo importante es que, sin darnos cuenta, acabamos ensimismados en una contemplación inocua de la belleza de los colores que van a decorar nuestro entorno. La música cambia de tono, todo va a sonar más alegre y vivaz, la esperanza agita el paisaje con tonos verdosos, brillantes y amantes de la abundancia en policromías. El cielo alterna el celeste despejado con lluvias refrescantes, si bien este año anhelamos un poco de agua para regar nuestras ideas y sobre todo un campo necesitado. El mar ya tiene un color que nos embriaga con su dulzura transparente, las orillas están tranquilas y gozan del sitio que necesitan para sentirse libres, empeñadas en abrazar ese vaivén sosegado de las olas de nuestras costas mediterráneas.