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Inspiración
Erase una vez una aceitera y …
El último mes de año pasado recibimos una visita de Guía Repsol y nos dedico una reportaje que nos gusta mucho. (puedes leerlo Aquí). El reportaje para la guía lo realizaron:
Texto: Rita Abundancia
Fotografía: Javier Fernández Ortega
Os recomendamos su lectura y os ofrecemos algunos textos incluidos en el artículo:
«Antiguamente el cristal se consideraba como una joya, un objeto muy preciado y sus fórmulas y técnicas de fabricación constituían auténticos secretos de estado, cuya divulgación se castigaba con gran severidad -galeras, torturas y hasta la muerte-. Como cuenta Torres, “los mallorquines aprendieron la técnica del vidrio soplado de Murano, y los maestros que venían de Italia a la isla balear ya no podían volver más a su país. Debían permanecer aquí el resto de sus vidas porque, si volvían, podían sufrir las temidas consecuencias de haber revelado estos secretos profesionales”.
«En los años 60 había muchos talleres de vidrio soplado en Mallorca, que exportaban sus productos a EEUU. Hoy solo quedan dos. Visitamos ‘Lafiore’, a los pies de la Sierra de Tramuntana.»
Guía Respol
Sostenibilidad y respeto al medioambiente
Hay un espíritu de ahorro medioambiental en toda la filosofía de ‘Lafiore’, un afán de que sus productos salgan baratos a la naturaleza, al mar y a las montañas que se ven desde los ventanales del taller.»
El trabajo es un baile…
Para hacer una aceitera, primero se hace el cuerpo principal y luego se añade el asa, el pitorro por el que saldrá el aceite y el cuello antigoteo. “A mí me gusta establecer la metáfora de que este trabajo es como un baile”, cuenta Sonia Torres, “un maestro y sus ayudantes, que deben estar perfectamente compenetrados para que todo salga bien”.
